Rincón de la poesía

Otoño; Daniel J. Rodríguez
He dormido, a veces, en el lecho
que produce la caducidad de tus auxilios.
He reposado en el vergel bermellón, en tus
hojas maduras y rojizas, que son abrigo
cruel de mis miserias, que guardan los
secretos oxidados, casi muertos, y allí,
en el inicio de la odisea, he sido extinto
en el crujir de cada uno de tus pétalos sin savia.
He dejado, en la asimetría que posee tu forma,
sueños, proyectos y fortunas, sintiendo que,
como cada otoño, perecerán inútilmente con
tus hojas. Y aún sabiendo que llorar es el grito
inútil de aquellos que aún creen que en verdad
se puede amar, yo, que deshojo el triste brazo que
me lanzas, lloro sabia y muero en tierra,
acogido por la alfombra leve que tu misterio encierra.
Hoy, bajo la nube verde que me prestas,
acompañando el canto que se intuye en tu
crecimiento, he comprendido que la vida
es un débil año en el que las lluvias han sido desterradas.
Que labrar un corazón en tu madera es una puñalada atroz
para la verdad de los hombres, que las hojas tienen razón
en morir para volver con la esperanza de la luz en primavera.


Eres bosque; Daniel J. Rodríguez
Eres bosque, dulce, almibarado, eterno…
Eres bosque de ramas poderosas e inútiles, que
abrazan mi lamento último, producto quizás de
las vicisitudes que acompañan cada uno de mis pasos.
Eres bosque de dulces frutas redondas, grandes,
blancas y poderosas a mis ojos, a mis manos,
a mi boca. Dulce pecho amigo del que soy adicto.
Eres también bosque por tus sexo, por mi urgencia
con su encuentro, que parece no querer llegar este
doloroso invierno. Invierno en el que, vacía de las hojas
que te abrigan te sientes sola junto a mí.
Eres bosque por el arroyo de tus risas que baja fresca
hasta mi boca fundiéndose con mi sed de vida. También
por tus cuevas, lugar íntimo, dulce refugio.
Eres el bosque en el que yo recito mis versos,
madre tierra poderosa, eternamente bella.


Lovió; Daniel J. Rodríguez
Llovió,
y las lágrimas del azul
derramaron su mitología
por el cristal que me separa
de la vida.
Una gota, transparente
como los ojos de la muerte,
derramó su existencia
en mi ventana.
Y yo, teniendo en ella
el cielo, agoté el
regocijo del instante.
La tormenta cubrió
el día, el alba
muerta estuvo pronto, con
la felicidad de los hombre
se perdió bajo
el oscuro. Todo era muerte.
Pero nunca vivió eterna
una borrasca, el crepúsculo
volvió, con fuerza y luz titánica.
Las calles, pronto fueron desaguadas.
Mi alma fue, junto al diluvio,
recuerdo en el presente.



Yo te propongo cuidar el planeta
Yo te propongo cuidar el planeta,
suma ahora tu granito de arena,
haz que tu esfuerzo sí valga la pena
por el bien de nuestra naturaleza.
Te propongo conservar cada rincón,
comprometernos como sociedad,
el suelo, el agua y el aire cuidar,
por el bien nuestro y de la humanidad.
Los que están contaminando la tierra
llenando de basura nuestro planeta,
¡Urgente les pido que se detengan!
Está en peligro nuestra vida en ella.
Te propongo el medio ambiente cuidar,
con pequeñas cosas podés empezar;
No tenes que arrojar basura al suelo,
si estás en la calle utiliza los cestos.
Evita dejar las luces encendidas,
si no usas el agua cierra la canilla,
si estás atascado no toques bocina,
porque con mas ruidos solo contaminas.
Consume pero cuida siempre el derroche,
evita los envases descartables,
peligrosos y altos contaminantes.
Utiliza los envases retornables.
Te propongo el planeta recuperar,
la contaminación hay que frenar,
hagamos todos juntos el esfuerzo,
para la vida en la tierra conservar.


Poema a la contaminación
 ¿Porque algunos contaminan el agua que tomamos?
¿No saben que al planeta están perjudicando?
¿Cuando el ser humano dejará de contaminar
poniendo en peligro a toda la humanidad?
Los hombres que intoxican a nuestro planeta,
que al agua cristalina la convierten en negra.
Quizás de ese color también tienen su conciencia,
¡Y no tienen perdón por contaminar la Tierra!
Paremos a estos hombres que destruyen al planeta,
Que el empresario que contamina se detenga!
que a contaminación y veneno no nos someta
y agua pura, limpia y cristalina el mar contenga.
De nuestro planeta ¡Ya! debemos ocuparnos,
la bendita solución está en nuestras manos.
Unidos entre todos debemos esforzarnos
y construir para el bien de todos los humanos.


Agua, ¿dónde vas?; Federico García Lorca
Agua, ¿dónde vas?
Riendo voy por el río
a las orillas del mar.
Mar, ¿a dónde vas?
Río arriba voy buscando
fuente donde descansar.
Chopo, y tú ¿qué harás?
No quiero decirte nada
yo… ¡temblar!
¿Qué deseo, qué no deseo,
por el río, por el mar?
¡Cuatro pájaros sin rumbo
en el alto chopo están!


Al medio ambiente
¿Por qué lloras golondrina?
A la rivera de este río
¿No sabrás tu amigo poeta,
quien ha destruido mi nido?
¿Por que lloráis montañas?
¿Por que son esos gemidos?
¿No sabrás tu amigo poeta
quien taló todos nuestros olivos?
¿Por que lloráis océanos?
¿Por qué están negras tus aguas?
¿No sabrás tu amigo poeta
quien quiso contaminarlas?


Erosionada montaña; Javier R. Cinacchi

Erosionada montaña se queja,
siendo su queja una verdad,
ya no son como ayer sus mañanas,
desde que llegó la ciudad.
Cada vez menos flora y fauna,
no está el civilizado indio que la cuidaba,
salvajes industrias la dañan,
hasta explotan sus entrañas.
Miles de años estuvo limpia,
ahora esta el basural,
sus ríos llenos de fealdad,
hasta el aire sucio está.
Su único consuelo es esperar,
sabe que el hombre no durará
solo que teme quedar sola,
tras la guerra nuclear.