jueves, 1 de diciembre de 2011

Brazos espirales formados por dos posibles planetas en un disco de polvo alrededor de una estrella


Una nueva imagen del disco de gas y polvo alrededor de una estrella parecida al Sol es la primera en mostrar estructuras del tipo de los brazos espirales. Estas singulares características pueden proporcionar pistas importantes sobre la presencia de planetas presentes en ese sistema solar pero todavía no detectados.
Simulaciones detalladas por ordenador han demostrado que la atracción gravitacional de un planeta dentro de un disco de gas y polvo en torno a una estrella, influye en éste, creando brazos en espiral. Ahora, por primera vez, se ha logrado ver estas características dinámicas.

El hallazgo lo ha realizado el equipo de la astrónoma Carol Grady (Eureka Scientific, Inc.) y John Wisniewski (Universidad de Washington en Seattle). La investigación es parte de un proyecto mayor, conocido como SEEDS, por las siglas en inglés de Strategic Exploration of Exoplanets and Disks with Subaru. La actividad de este proyecto se centra en inspeccionar estrellas jóvenes y su disco de polvo circundante usando el Telescopio Subaru ubicado en el Mauna Kea, Hawái. El consorcio internacional de investigadores ahora incluye a más de 100 científicos de 25 instituciones.
Los hallazgos que van haciéndose en este campo sugieren que cuando tales sistemas planetarios en formación alcanzan edades de algunos millones de años, sus discos de polvo comienzan a mostrar una gran cantidad de estructuras, como anillos, grumos, huecos, y, a juzgar por lo ahora descubierto, espirales. Muchas de estas estructuras podrían ser formadas por los planetas dentro de los discos.
El disco recién observado rodea a SAO 206462, una estrella de magnitud 8,7 ubicada a unos 456 años-luz de distancia. Los astrónomos estiman que el sistema tiene sólo unos 9 millones de años. El disco rico en gas abarca unos 22.000 millones de kilómetros.
La imagen por infrarrojo cercano captada por el Subaru revela un par de estructuras espirales en torno al disco externo. Ciertos modelos teóricos muestran que un solo planeta ubicado dentro del disco puede producir un brazo espiral a cada lado de un disco. Las estructuras alrededor de SAO 206462 no forman un par coincidente, sugiriendo ello la presencia de dos mundos aún no vistos, uno por cada brazo.
Sin embargo, el equipo de investigación advierte que los planetas no son los únicos que pueden dar lugar a estas estructuras.

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